miércoles, 28 de febrero de 2007

Biografía del Dulce de Leche

Las grandes cosas nacen de la casualidad o de la leyenda: es el caso del café, del revuelto de Gramajo, de la costilla de cerdo a la riojana, de Carlos Gardel, y por qué no, del nuestro mentado dulce de leche.
Los protagonistas fueron los generales Lavalle y Rosas. Juan Manuel Ortiz de Rosas (Buenos Aires , 1793 - Swathling, 1877), para los que son extraños a nuestra historia, fue un militar y político argentino. A la muerte de Dorrego se convirtió en Gobernador de la Provincia de Buenos Aires en el 1829 derrotando a Lavalle. Se mantuvo en el poder, con una reelección en 1835 hasta 1852, año en que fue derrotado por Urquiza en Monte Caseros. Huyó, para algunos, o se exilio en Inglaterra.

Sus costumbres eran muy austeras y gauchas, en el vestir, comer, festejar. En un encuentro parlamentario, en su campo de batalla, en la localidad de Cañuela, entre él y el general Lavalle, éste en la espera de Rosas que aún no había llegado, se echó a descansar en el catre del mismo, sorprendiendo a la mulata que en aquel momento oficiaba de amas de llaves. Tanto horror produjo la usurpación que la pobre mujer se olvidó en el fuego la lechada con azúcar que estaba preparando para el mate de “su” General. Evidentemente el resultado del descuido no se tiró, dada la austeridad de Rosas, conviniendo un feliz acuerdo, entre el federal y el unitario, al menos en el gusto del recién nacido dulce de leche. Cabe recordar que Rosas y Lavalle habían sido amamantados por la misma nodriza, por lo tanto eran hermanos de leche y más tarde… de dulce de leche.

Es sabido entre los que descendemos de afroargentinos que es un dulce tradicional de nuestra cultura étnica afincada en Argentina. También que primero llegó a comercializarse con los indígenas tehuelches cercanos a Buenos Aires por ser ellos de mayor predisposición a experimentar con sabores que les eran ajenos. Con el tiempo comenzó a prepararse en casas de no tan bajo nivel económico cuando ya era un postre afianzado cultural y popularmente.

En otra latitud, el genio militar y civilizador más grande de todos los tiempos modernos, Napoleón Bonaparte (1769-1821), en sus campañas de conquista para formar el imperio, echó la base más inmediata del dulce de leche: la leche condensada. Una mezcla de leche y azúcar concentrada por acción del calor era un excelente recurso de conservación, para un alimento difícil de guardar y transportar. Menos mal que los cocineros franceses jamás descuidaron la cocción, si no se hubieran asignada la paternidad de nuestro dulce de leche.

Fuente: pasqualinonet.com.ar

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