Ahora se que perdí
se que mi alma se agotó
en su cara, en su pecho
en los brazos del cansancio
Se que dejé en aquel sillón
un espectro temblando de frío
mojando las telas del olvido
de la razón, del silencio
Que duele la piel hasta los huesos
saber que sus labios y su pelo
ya no son parte de mis horas
de mis tortuosas horas
Y es que se que perdí
que no hubiese ganado
ni la más mínima alegría
ni la más ínfima emoción
Se que perdí mucho más
mucho más de lo que sé
no pude salvar el amor
de las garras del entendimiento
Ahora se que te amé
que no se que es amar
no se si eres tu o la vida
o solo un invento del corazón
Solo se que siento
todo aquello que me diste
el fulgor de tu silencio
el dolor de tus palabras
Simon Bruk
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